El Caribe es una de las más bellas zonas marinas del mundo. Su proximidad con América, su maravilloso clima y su esplendor tropical atrae irresistiblemente a un gran número de amantes de la naturaleza y de los deportes náuticos, que ven en sus aguas un marco ideal para el desarrollo de estas actividades. Aquí suelen practicarse actividades deportivas como buceo, kayak, y muchas más…

Las Islas de la Bahia Honduras


Bajo el punto de vista orgánico podemos considerar este mar como una región completamente definida, con numerosas especies endémicas. La diferencia que existe entre esta región tropical del Atlántico y otros mares puede ser explicada por el pasado geológico del lugar. América Central mantiene una actividad tectónica importante, bastará sólo que recordemos los trágicos terremotos que han azotado en los últimos años esta región. Toda esta actividad sísmica permitió en épocas remotas constantes hundimientos y emersiones de tierra en el istmo de Panamá, por lo que la fauna marina del Caribe ha conocido periodos en los que pudo mezclarse con la del Pacifico oriental. En la actualidad el Caribe vive un periodo de aislamiento que dura más de un millón de años.

Aunque éste sea un mar capaz de atraernos y fascinarnos sin paliativos, bajo el punto de vista cuantitativo, su riqueza de vida es escasa comparada con la de otros mares tropicales por su tamaño. Un ejemplo, en esta región se han llegado a catalogar 27 géneros y 48 especies de corales diferentes, mientras que el Pacifico (mucho mayor) cuenta con 92 y 600 respectivamente. Pero para apreciar la calidad y belleza de lo creado por la naturaleza existen otros baremos mucho más sutiles que, aplicados a este maravilloso mar por los que de verdad conocen y aman la vida marina, le otorgan un puesto muy alto en el escalafón de las zonas más hermosas del planeta.

Ecosistemas marinos


Las islas de la Bahía

Dirigiéndonos hacia el sur desde los arrecifes de Yucatán (México) y Belice, vamos a encontrar, frente a la costa de Honduras, las islas de la Bahía, formadas por Roatán, Guanaja y Utila. La más grande de ellas, Roatán, además de una excelente zona de buceo por los arrecifes de coral que la rodean posee unos paisajes terrestres de gran belleza. Es una isla larga y estrecha orientada a los vientos más o menos constantes del este, por lo que las aguas de su parte oriental se encuentran normalmente agitadas.

Barcos hundidos


Los mejores arrecifes para la práctica del buceo los vamos a encontrar en la parte noroeste, donde los corales crecen con gran profusión. Recorriendo estos fondos nos vuelve a llamar la atención la notable diferencia de comunidades que existe con los arrecifes de Yucatán, situados tan sólo a sesenta millas de distancia. Un ejemplo claro es la abundancia de colonias de coral catedral (Dendrogyra cylindrus) de gran talla, pues llegan a alcanzar los cinco metros de altura, convirtiendo a los buceadores en auténticos enanos. Esta especie de coral es rara en las aguas mexicanas. Los criollos, pequeños peces de color azul-morado, que se mueven continuamente en grandes grupos en los canales y caídas del arrecife, y las estaciones de limpieza donde camarones y pececillos se encargan de desparasitar a los más grandes, que podemos contar por cientos, son otra nota significativa que distingue a estos fondos.

Las mejores inmersiones

Existen algunos pecios hundidos, a poca profundidad que son accesibles a todos los buceadores. Dos de ellos, el Águila y el Prince Albert, son los más visitados por su situación, al segundo se puede llegar saliendo desde la misma playa.

Bucear en el Caribe


Otra inmersión que no podemos perdernos es la que nos propone el Anthony´s Key Resort. Situados en un fondo de arena blanquísima aparecerán delfines que se mantendrán jugando con nosotros durante unos veinte minutos, permitiéndonos hacerles todo tipo de fotografías. Pasado este tiempo, y a la orden de su cuidador, subirán a la superficie y desaparecerán tan rápidamente como habían aparecido.

En el sudoeste de la isla, cerca del faro, hay varios puntos excelentes de inmersión. Son fondos profundos, que rondan los cuarenta metros y donde vamos a poder encontrar las especies típicas de este hábitat. Grandes esponjas tubulares o con forma de barril, gorgonias y tupidas formaciones de coral negro tapizan por completo la pared del acantilado submarino. En sus oquedades se pueden observar, langostas, peces ardilla y alguna morena verde de gran tamaño. Fuera de la pared coralina, entre dos aguas, veremos barracudas de buen tamaño y cardúmenes de caránganos y, si la suerte acompaña, también es posible avistar algún escualo.

El arrecife del Coco, situado en la zona sur lejos de la costa, lo que le hace ser menos visitado, es un excelente punto de buceo con gran cantidad y diversidad de vida. Especies pelágicas se juntan con especies típicamente de arrecife debido a las enormes posibilidades de alimento que ofrece la zona. Los cardúmenes de roncadores y pargos, tranquilos y confiados flotando entre dos aguas, son una nota característica de este arrecife, en el que proliferan también nadando entre los corales, peces loro, mariposa, ángel, ballesta, etc.

Diversidad bajo el agua


Información de interés

Tendremos que buscar tiempo para una excursión terrestre y no dejar de visitar las ruinas mayas del valle de Copán, donde 1.000 años A.C. existió una fabulosa ciudad con más de 25.000 habitantes. Aunque después de un siglo sólo ha sido posible excavar un 20% del conjunto, su destacada importancia radica en el estado de conservación y en los extraordinarios bajorrelieves de sus estelas. Otro de los asombrosos restos que podemos ver en Copán, es la “Escalinata de los Jeroglíficos” formada por 63 peldaños de piedra perfectamente tallada que componen una secuencia de jeroglíficos, que forman el texto maya de mayor longitud conocido.

Como en todo el Caribe, el mejor tiempo lo encontraremos desde el mes de febrero al mes de julio, aunque durante el resto del año tampoco sea malo, salvo los meses en que existe riesgo de huracanes, septiembre y octubre. La temperatura del agua es ideal para practicar el buceo ya que se mantiene entre 24 y 29 grados centígrados. No es necesario visado, solamente el pasaporte en regla. Aunque la lengua oficial en Honduras sea el castellano, la población de las islas habla inglés debido al largo periodo de tiempo en que estuvieron bajo la influencia británica. No se requiere ningún tipo de vacuna aunque puede ser conveniente la profilaxis de la malaria si decidimos movernos mucho por el interior del país.

Desde España podemos volar a Miami o San Pedro Sula, para después enlazar con el vuelo a Roatán. El dólar y las tarjetas de crédito son admitidas en todo el país, aunque la moneda oficial sea la Lempira. ¡Ojo!, la corriente es de 110 y la clavija del enchufe plana. Existen magníficos hoteles en la isla con clubes de buceo preparadísimos, cámara hiperbárica y también operan varios barcos de crucero por las tres islas.